Smells Like The Vuitton Spirit
Louis Vuitton es una de las marcas de lujo más completas en el mundo: su legado y herencia es increíble; su narrativa a través de los años ha estado ligada en todo momento en la innovación y re-invención; la calidad de sus productos es suprema y el sentido de branding es de envidiar en todos los sentidos, aparte que desde que Marc Jacobs inició su línea de ready-to-wear hace más de una década – y ahora con Nicolas Ghésquiere – han llevado la bandera en una industria en la que la creatividad muchas veces es desviada por la colectividad y el comercialismo.
Como un gran (gran) fanático de la marca siempre he vanagloriado cada una de las decisiones que han tomado, porque sé que al final la terminaré amando, pero siempre – y estoy seguro que muchos también – me ha inquietado: ¿por qué Louis Vuitton no tiene una línea de fragancias?
En una industria en la que prácticamente toda marca de lujo lanza una o dos fragancias por temporada, el hecho de que Vuitton no ha vendido una sola botella en los últimos setenta años dice mucho. Pero la espera ha terminado.
Louis Vuitton is probably one of the most complete luxury brands ever: it has legacy and heritage, which unwaveringly connects with a narrative of innovation and re-invention; the quality of its products speaks for itself, letting the amazing sense of branding pave the way. Each season LV soars with a flag of leadership amidst an industry that more than ever confuses “creativity” with “collectivity” and “numbers”.
As a big (emphasize in “big”) fan of the brand I’ve always trusted every decision the house makes, because deep in my heart I know I’ll love it anyways. But – as surely a lot of you – I’ve always put into questioning the following: why hasn’t Louis Vuitton tapped into the fragrance game? Especially in a cluster where every other brand launches one or two perfumes per season; but the waiting has finally ceased.
Desde sus comienzos en 1854, Louis Vuitton estuvo consciente de la posición de las fragancias en el estilo de vida que proponía: cada uno de los famosos baúles de viaje que creaba contaba con compartimentos para frascos y botellas de colonias y perfumes, pero no fue hasta los años 20’s cuando la popularización de neceseres sofisticados como cepillos de pelo hechos de caparazón de tortuga y espejos de marfil, que Louis reconoció la necesidad y pidió a artistas como Camille Cless-Brothier, Gaston Le Bourgeois y André Ballet que crearan exquisitos frascos a los que llamó “Editions d’Art”. Alentado por el éxito de estas botellas coleccionables, en 1927 Louis Vuitton lanzó su primera fragancia: Heures d’Absence, rápidamente seguida por Je, Tu, Il en 1928; Réminiscences y Eau de Voyage en 1946.
But even from his beginnings, Monsieur Louis Vuitton very well acknowledged the importance of fragrances, and most importantly how it fitted the lifestyle he was putting forward. Each and every one of his famous trunks had a special compartment for bottles, but it wasn’t until the early 20’s when sophisticated vanity items such as hairbrushes made out of tortoise shell and ivory mirrors got “viral”. Louis quickly asked artists like Camille Cless-Brothier, Gaston Le Bourgeois and André Ballet to create exquisite bottles that he names “Editions d’Art”. The success of this motivated him to created his first fragrance in 1927, “Heures d’Absence”, followed by “Je, Tu, Il” in 1928; Réminiscences and Eau de Voyage were created in 1946.
Provence, Francia, 2012
El perfumero Jacques Cavallier Belletrud, creador de Jean Paul Gaultier Classique, L’Eau d’Issey y Opium pour Homme by Yves Saint Laurent, es nombrado Maître Parfumeur de Louis Vuitton.
Inspirado en los aromas de piel natural del taller de la maison LV en Grasse, la ciudad de la Riviera francesa considerada la capital de la perfumería, Jacques finalmente formula Les Parfums Louis Vuitton. Una fragancia más floral que almizclada, tomó cuatro años para concluir en una formula que llevara los valores de la marca así como lo que se avecina, “el lujo no debe conformarse con ofrecer únicamente aquello que es raro y valioso; debe anticipar el futuro”, explicaba Cavallier en el comunicado de prensa, “cuando es sumergida en alcohol, la piel se vuelve resinoide, una sustancia oscura que fue clarificada una y otra vez hasta alcanzar una nota límpida. [La fragrancia] no posee ni la agresividad del enebro (junípero) ni lo ahumado del abedul; es suave y sensual, como descubrir el cuero por primera vez”.
Provence, France, 2012
Jacques Cavallier Belletrud, he who created Jean Paul Gaultier’s Classique, L’Eau d’Issey and the iconic Opium pour Homme by Yves Saint Laurent, is appointed as Louis Vuitton’s Maître Parfumeur.
Inspired by the presence of leather at the LV studio in Grasse, a city down by the French Riviera known as the capital of perfumery, Jacques finally, after seventy years of not even one single bottle of perfume nor cologne, created Les Parfums Louis Vuitton.
Four years it took to create this unique formula, quickly described as “more floral thank musky”. Emblazoned by the core values of the brand, “luxury should not conform itself to offer what is eccentric and valuable; it should anticipate the future,” explained Cavallier in the press release, “when submerged in alcohol, leather becomes resinous, a dark substance that clarified each time we treated it until we achieved a limpid note. [The fragrance] does not possess the aggressiveness of the juniper, nor the smoke of the birch; it’s soft and sensual, like discovering the smell of leather for the first time.”
Jacques también dejó espacio para la tecnología al probar la extracción con CO2 supercrítico (un complejo proceso que no requiere de calor, y que al bañar los ingredientes en gas frío revela toda la sutileza de los aromas) en las dos flores más preciadas en la perfumería: rosa de mayo (centifolia) y el jazmín, ambas de Grasse.
Y al parecer, en las palabras de mismo Jacques, no vamos a tener la necesidad de comprar un boleto de avión para conocer Grasse, “en el secante, el aroma es tan puro, tan vaporoso, que se siente como si uno estuviera parado en medio de un campo de flores de Grasse”.
Les Parfums Louis Vuitton estarán disponibles a partir de septiembre 2016.
Jacques also left space for technology: Supercritical Fluid Extraction (SFE), a complex chemical process that doesn’t require the use of heath but instead bathes each ingredient with cold gas, helps reveal all of the subtlety of every scent, which in this case had the two most precious flowers in perfumery as leading stars: May Rose (centifolia) and jasmine, both from Grasse.
And apparently, in the words of Jacques himself, there won’t be a need for us to buy a plane ticket to the south of France to experience 360 the fragrance, “in the secant, the scent is so pure, and vaporous, that you will feel as if you were standing in the middle of a field of flowers in Grasse.” Well, I’ll book that trip, that’s for sure.
Les Parfums Louis Vuitton will be available worldwide on September 2016.